Los contenidos conceptuales

APRECIANDO LA LECTURA DE LO QUE ESCRIBIMOS NOS DESARROLLA EL PENSAMIENTO
Por Carlos Enrique Mendoza Arciniegas ©
Las palabras nos permiten ver más allá, dicen lo que creemos, sentimos y soñamos, y al escribirlas y luego leerlas, nos permiten reescribir en nuestra memoria aquello que reconocemos como algo que vale la pena.
Lo que escribimos se manifiesta en acciones, dimensiones y deberes. Cada texto publicitario deja una huella tangible de lo que hacemos[1] y lo que hace la marca, y aflora acciones colectivas de responsabilidad social en beneficio mutuo. Acciones individuales que nos autoafirman en el sentir, como el amor, la identidad y la autoestima. Acciones sociales que nos hacen comprender a los demás, como el respeto, la equidad y la solidaridad. 
El texto es una acción cognitiva que nos dejan mediar ante la realidad como seres críticos, comunicativos y reflexivos, como consumidores informados. Así, el texto nos desarrolla un contexto de cuatro dimensiones: la reflexiva, que nos impulsa a tomar conciencia de pensar antes de resolver problemas; la creativa, para ver las situaciones desde variadas perspectivas; la hipotética, con la que nos anticipamos e inferimos lo que puede pasar; y, la dimensión lógica, por medio de la cual demostramos los argumentos. 
"Cada quien sabe algo, y al compartirlo educa, conduce y reconoce"[2]: Por eso, para redactar se requiere que asumamos por lo menos nueve responsabilidades: 
1) El ser más humildes por lo que sabemos, y menos arrogantes por lo que ignoramos. 
2) Ver nuestra ignorancia, y no la de los otros. 
3) Admitir como pares e iguales a los demás. 
4) Agradecer la contribución de los “otros” sin ofendernos. 
5) Aceptar el reto de la superación sin temor. 
6) Mantener viva la esperanza, y la confianza, en que la palabra nos permite desarrollarnos sin someternos. 
7) Tener y mantener la palabra propia. 
8) Evitar las palabrerías, el bla, bla, bla. 
9) Ser menos activistas, y más reflexivos. 
Si apreciamos la lectura que hacen los demás de lo que escribimos, aprenderemos a educar nuevos escuchas, y estableceremos un diálogo para desarrollar nuevos pensamientos.
El texto publicitario es una forma de desarrollar el pensamiento de un consumidor inteligente.

[1] Zambrano Verónica, Desarrollo del pensamiento y formación ciudadana, un desafío en la educación actual. Conferencia. 8º Congreso Latinoamericano de educación para el desarrollo del pensamiento. Bogotá, Abril 2006.
[2] Freire Paulo, Pedagogía del Oprimido
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